La historia de Anto & Gus es, para mí, una de las más increíbles. Lo primero que diré es que la fotografía une, y en este caso, fue literal. Anto y Gus se conocieron gracias a la fotografía… ambos trabajaron en una productora muy conocida de Zona Sur, hasta que la vida los encontró creando su propio espacio, su propia productora, su propia historia.
De su boda, tuve el placer y el honor de retratar la fiesta. Fue todo un desafío… soy fan de compartir los momentos previos de una boda porque es ahí donde se rompe el hielo; peeero… siempre hay excepciones. Y ellxs lo fueron. La vibra la sentí enseguida y no pude más que sonreír. Descontracturados, sonrientes, sensibles, fiesteros, amables, amantes de Sabina y la naturaleza. Me di cuenta a la legua que estaba frente a seres del bien, seres que sí.
Durante la reunión me contaron cómo iba a ser su boda… acostumbrados a los eventos, lo hicieron de la mejor forma posible: a su manera. Sin torta, sin vals, sin show, estando presentes en la recepción, disfrutando plenamente del momento. La verdad es que me alegra muchísimo escuchar a mis parejas hablar sobre cómo van a resignificar su boda, para hacerla fiel a su estilo y su personalidad.
Cuestión que todo ese entusiasmo que sentí en la reunión se quedó en mí hasta el último minuto de la fiesta. Gran parte fue por ellxs, por su trato cálido, por cómo me incluyeron! Literal hasta me hicieron gorrita personalizada para el carioca y todo! Chochísima es poco!
Fue un fiestón! Fue (y es) amor! Nada malo puede pasar si las cosas se hacen desde el corazón.
Gracias eternas por confiar, por tanto cariño, por permitirme ser parte de esta gran fiesta!
Maquillaje y peinado: @olimakeup.studio
Vestido: @kikilepalmie
Salón: @torinoeventos